Dentro de los inmensos dones que Dios ha derramado sobre nuestra fraternidad, el Señor bendice a tres hermanas con el don de “escribir” iconos como manifestación de su prodigalidad con el hombre, con este puñado de cristianas que bajo el carisma de Francisco y Clara y a su estilo, intentan seguir las huellas del Señor Jesús, buscando Su Rostro y deseando vivamente que otros/as muchos/as se encuentren con Él también, cómo no, a través de la imagen plasmada en el icono.
Desde nuestro retiro contemplativo y la oración de intercesión como “sostenedoras de los miembros vacilantes de la Iglesia” (según diría nuestra hermana y maestra Clara de Asís) anhelamos vivamente colaborar con el Padre en la Salvación de los hombres, consideramos pues que por medio del arte iconográfico aportamos también algo del gozo liberador de vivir en Su Presencia contemplando Su Rostro y suplicamos que quienes entren en contacto con Su Figura Divina se vayan transformando en su imagen: hombres y mujeres entregado/as por amor a Dios y a los hombres.